SE HABLA ESPAÑOL

ENTREVISTA Y OPINION

Daniel Tello

@danieltellob

Pubicado el 08.09.2025

Mientras Bad Bunny, Karol G, Shakira, Peso Pluma y Feid conquistan el mundo, en Latinoamérica los festivales más multitudinarios siguen siendo de música anglo, y no lo digo como algo negativo del todo, pero es bastante paradójico que en otras latitudes del planeta donde se habla otro idioma, la gente se sepa las canciones de estos artistas como si estuvieran en su lengua nativa.

Pero bueno, no quiero ser uno más de los que habla sobre falta de sentido de pertenencia o que nos avergüence nuestra identidad, la industria de la música y del espectáculo está llevando a que los artistas globales prefieren girar por su cuenta, lejos de los festivales, es más rentable para ellos y pueden organizar sus agendas sin depender de otros, además de tener control absoluto en cuanto a producción, escenografía, promoción, costos de boletería, entre otros.

Contrario a lo que muchos creen, los festivales de música hispanoparlante están lejos de extinguirse, o de quedarse sin que ofrecer en sus carteles, a pesar de estar compuestos por artistas y bandas de géneros muy distintos, todos tienen en común esa identidad que nos une como continente, no solo compartimos el idioma, también estamos conectados por la misma cordillera, la metáfora perfecta que le dio nombre al festival más importante de música latina en la actualidad.

No puedo evitar pensar que habría sido de fenómenos como el rock en español (Liderado por Soda Stereo, Aterciopelados, Molotov, entre otros) si hubieran existido festivales como cordillera, un festival que busca reivindicar la memoria y el presente de la música en nuestro idioma, y que podría considerarse como un acto de resistencia cultural que busca reconstruir el legado y la memoria colectiva de grandes figuras, y acabar la brecha generacional, todo esto gracias a la música.

Quizá el factor diferencial más notorio del festival cordillera es su curaduría, la que se enfoca en los referentes de cada generación de la música latina, independiente de su género, logrando llevar a sus tarimas a grandes iconos como Juan Luis Guerra, Fito Paez, Caifanes, Hombres G, y una lista interminable de iconos de nuestra cultura, acabando con el mito de que el festival se volverá monótono o repetitivo porque tendrá que repetir artistas, sin embargo las cuatro ediciones que lleva el cordillera nos ha presentado carteles muy diferentes.

Otro aspecto fuerte del Festival Cordillera es la inclusión de talentos emergentes con gran proyección, quienes usan esa tarima como la mejor plataforma de promoción de su música, generan comunidad y atraen nuevos fans. Estos artistas serán los headliners del festival en 5 o 10 años, aunque no hay que ir tan lejos, muchos de esos nombres que aparecían en los renglones más pequeños de los primeros carteles ya están llegando a otros lugares del mundo con sus propias giras, y haciendo parte de grandes festivales en la región y en otras latitudes del planeta.

Me gusta imaginarme que el festival cordillera es un semillero que dará sus frutos muy pronto, es un festival que poco a poco va creciendo, peleando a pulso por su lugar en el mercado de festivales liderado por Lollapalooza,Corona Capital y el mismo FEP, convirtiéndose en un atractivo para esas personas que no se sienten tan identificadas con la música pop ni la cultura festivalera, sacando de la comodidad de sus casas a esos melómanos de sillón y mostrándoles lo mágico que es escuchar tus canciones favoritas siendo interpretadas por sus ídolos de infancia y adolescencia, sin importar la lluvia, o el sol, o el frío capitalino, frodo esto deja de importar cuando las tarimas del Cordillera se llenan de música y luces.

No se si algun dia el festival Cordillera sea tan grande y deba hacerse en tres días, o ampliar su capacidad, pero si tengo la certeza de el papel tan importante que está cumpliendo al darle visibilidad a muchos artistas nuevos y el espacio que están creando para que las grandes leyendas vuelvan a recuperar su papel protagónico en la industria, haciendo que la frase “El futuro es latino” se convierta en una frase de batalla, y no sea solo un slogan que vende boletas.

¡Que viva el Festival Cordillera!